6. Tiempo

6.2. Instantaneidad

Una de las características de nuestras interacciones es que cada vez tienden más a la inmediatez y la instantaneidad. Las interfaces, dispositivos o artefactos interactivos están cada vez más orientados a responder de manera inmediata: abro conversación al asistente de voz y obtengo una respuesta en un tiempo récord o pulso «actualizar bandeja de entrada» y no pasan ni dos segundos para comprobar si tenemos nuevos correos entrantes.

De alguna manera, la velocidad es tal que se convierte en una no velocidad, porque «la instantaneidad quiere decir que no requiere tiempo». Evidentemente, este funcionamiento inmediato depende de varios factores, como el tipo de hardware que estamos usando o la velocidad de conexión a internet, en caso de que sean interacciones que dependan.

Es material porque, si pensamos, por ejemplo, en una interacción entre nosotros y un ordenador (sin que esté conectado a internet), vemos que hay una mediación física, que puede ser el teclado o el ratón, una pantalla, un procesador y los semiconductores que permiten conducir los impulsos eléctricos, entre otros muchos elementos. Si estamos hablando, por ejemplo, de un altavoz inteligente, es decir, conectado a internet, estas mediaciones se vuelven mucho más complejas: routers, cables de fibra óptica terrestres y submarinos o centros de datos son algunos de los componentes que entran en juego.


Figura 37. Mapa de cables submarinos
Fuente: extraído de la web del proyecto Submarine Cable Map.

Esta idea de la interacción instantánea es producto de un proceso de aceleración, al cual no todo el mundo tiene el mismo acceso ni lo vive igual. Aun así, sea cual sea la velocidad de respuesta de un sistema, siempre hay un espacio de transmisión, un entremedio, a pesar de que no siempre lo hemos considerado así.

Por ejemplo, con el cobre, que era el material de los cables telefónicos (primeros cables de datos de internet) y de los cables eléctricos en general, no se pensaba que la electricidad tenía una velocidad de propagación muy alta, sino que estaba en diferentes lugares a la vez. A pesar de que actualmente podemos medir la velocidad, esta concepción continúa teniendo cierto sentido si la pensamos en relación con los dispositivos y artefactos que tenemos al alcance y que nos permiten la interacción conectada con la ubicuidad: muy a menudo, la instantaneidad hace que nos olvidemos completamente de los retrasos y de la materialidad de los cables.