5. Agencia

5.2. Marco de trabajo de agencia e interacción

A continuación, pondremos la agencia en relación con algunos elementos del diseño de la interacción, para que, en conjunto, compongan un marco de trabajo que nos permita comprender mejor los distintos conceptos que forman parte de él. En concreto, proponemos vincular la agencia a cuatro elementos: los modelos mentales, las affordances, la reciprocidad y la responsividad.


Figura 35. Los cuatro elementos del marco de trabajo de agencia en diseño de interacción
Fuente: elaboración propia.

Estas cuatro nociones están vinculadas de diferentes maneras a las personas que interaccionan y a los sistemas con los que interaccionan. Por un lado, los modelos mentales y las affordances tienen más que ver con los procesos cognitivos de las personas usuarias porque dan claves para comprender la situación interactiva y sus relaciones con el mundo exterior. En cambio, la reciprocidad y la responsividad están mucho más relacionadas con los sistemas, el proceso de comunicación y de qué modo transmiten la información.

Podemos decir que los modelos mentales estructuran y apoyan a cómo actúan las personas. Son las representaciones que nos sirven como referencia y nos facilitan la comprensión del entorno. Las metáforas son instrumentos que nos permiten expresar estos modelos mentales. Funcionan por analogía: consisten en expresar una cosa haciendo uso de otra a que se asemejan.

Encontramos diferentes tipos de metáforas que nos permiten comprender la realidad: metáforas estructurales (vinculan diferentes conceptos, por ejemplo, la carita sonriente que indica el hecho de estar contento o los lenguajes de programación por bloques, como si fueran rompecabezas); orientacionales (comparan experiencias espaciales, por ejemplo, el pulgar hacia abajo para indicar desaprobación o la flecha hacia la derecha para indicar siguiente), y ontológicas (una abstracción es presentada de manera concreta. Esto pasa con las personificaciones o la idea del archivo como objeto, que tiene peso y se puede mover por las carpetas o a la papelera).

En segundo lugar, las affordances son las funcionalidades que percibimos en un dispositivo u objeto interactivo y, por lo tanto, son un elemento clave que nos permite, intuitivamente, entender cómo se tienen que usar. Las affordances nos hacen posible operar con el entorno y tener experiencias significativas. Por lo tanto, los atributos asociados con la noción de affordance son perceptual, operacional y significativo.

Por otro lado, como hemos ido viendo, el proceso de interacción se basa en la reciprocidad, es decir, en el intercambio de información que genera un flujo bidireccional de significado. Para que esto pase, hay que indicar la información adecuadamente, dirigir la intención de la acción y usar códigos o mensajes que se puedan entender de manera compartida.

Finalmente, la responsividad es un término que se suele emplear para hacer referencia a la adaptación de una interfaz a diferentes medidas y proporciones de pantalla. Aun así, aquí nos interesa una noción diferente de la responsividad; en concreto, la habilidad de hacer unas ciertas tareas en un tiempo específico. Estamos hablando, pues, de la capacidad de respuesta, que se basa en la reacción y, por lo tanto, tiene que estar sincronizada con la actividad. Para trabajar la capacidad de respuesta, también hace falta que usemos los medios y recursos pertinentes y relevantes en el flujo del proceso de interacción. El tiempo de respuesta tiene mucho que ver con la retroacción, puesto que son las respuestas que se manifiestan como efecto de las acciones en la interacción.

A continuación, incluimos un diagrama con los diferentes conceptos, atributos y relaciones para clarificar el marco de trabajo que proponemos:


Figura 36. El marco de trabajo de agencia en diseño de interacción
Fuente: elaboración propia.