2. Interacción e interactividad

2.3. Conceptos clave

Si bien nos hemos aproximado a una definición de interacción, interactividad y hemos hecho referencia a algunos términos complementarios como interactor o interactibilidad, ahora queremos plantear qué diferencias hay entre un sistema pasivo, reactivo e interactivo.

En consonancia con lo que hemos visto, interactivo tiene dos acepciones:

  1. Mutuamente o recíprocamente activo.
  2. Implicación de acciones o inputs de un usuario, especialmente de aquello relacionado con un sistema de comunicación electrónica bidireccional.

La primera definición apunta al aspecto general de la interacción como una cosa que pasa entre dos partes que se influyen la una a la otra. En cambio, la segunda ya se enmarca más en el campo de la interacción persona-máquina.

Para distinguir lo interactivo de lo que es pasivo y de lo que es reactivo, podemos decir que:

  1. Pasivo (o no interactivo) es el caso en que un mensaje no se relaciona con mensajes anteriores, por lo tanto, no es necesario codificar ninguna acción de un potencial usuario. Por ejemplo, una tostadora.
  2. Reactivo: cuando un mensaje reacciona siempre igual al mensaje anterior, es decir, de manera controlada. Por ejemplo, ajustar el volumen.
  3. Interactivo: el caso en que las acciones se relacionan con mensajes anteriores y el sistema altera su respuesta antes de reaccionar.

Dentro de la interacción, es adecuado distinguir entre estilos, tipos y contextos, una clasificación que ampliamos a continuación y también en la infografía:

  • Los estilos de interacción son paradigmas que configuran cómo interactúa la persona, mediante la voz, la entrada de texto, los gestos, tocando o con una interfaz gráfica de usuario. Responden a la pregunta:«¿Cómo?».
  • Los tipos de interacción son modelos conceptuales que se refieren a las actividades que las personas usuarias llevan a cabo: conversar, dar órdenes, manipular o explorar. Responden a la pregunta «¿Qué?».
  • Los contextos de interacción son los lugares donde tiene lugar la interacción y están definidos según diferentes tipos de interfaces, por ejemplo, con línea de órdenes, WIMP (Windows, Icons, Menus, Pointer), gestos táctiles, realidad aumentada o virtual. Estas interfaces están planteadas como una gradación vinculándolas a si son más rígidas o menos. Responden a la pregunta «¿Dónde?».

Figura 17. Tipo, estilos y contextos de interacción
Fuente: http://cvapp.uoc.edu/autors/MostraPDFMaterialAction.do?id=276256.

Habitualmente, la interactividad se entiende asociada con la agencia. A pesar de que el apartado 5 está dedicado a este concepto, queremos introducirlo aquí porque es uno de los conceptos que nos ayudan a discernir el grado de interactividad en un sistema. De manera amplia, la agencia es la capacidad de forma intencional y voluntaria de tomar decisiones y actuar. Normalmente, las acciones cotidianas sentimos que las hacemos voluntariamente y guiándonos por un cierto propósito, que puede ser más o menos consciente o reflexionado. Lo mismo pasa en relación con los artefactos u objetos interactivos: pueden llevar a cabo acciones según un comportamiento que ha sido predefinido mediante la programación y que tiene en cuenta el contexto previo.